Existen básicamente cuatro instancias en las que hay que tener cuidado si queremos generar ganancias y evitar o disminuir las pérdidas de dinero en las construcciones. Muchas veces pensamos que basta una buena administración y gestión de la obra para lograr este objetivo; sin embargo, subsanar los errores que solemos cometer en las etapas previas es mucho más fácil que arreglarlos cuando hay ya un contrato firmado y una obra en marcha.
A continuación, les contamos cómo se pueden abordar las distintas instancias:
1) La atención al/a la cliente/a
En esta etapa debemos detectar cuestiones vitales con respecto al/a la cliente/a, tales como sus necesidades reales, los recursos económicos con los que cuenta, los plazos en que se deberá desenvolver el proyecto, el tipo de relación contractual, etc. Estos datos constituyen la base de todo el trabajo que se desarrollará después (es decir, el diseño, el presupuesto, y la ejecución de la obra), pero, paradójicamente, pocos/as les conceden la importancia que merecen.
Si hacemos bien este relevamiento, es posible ahorrar bastante tiempo y dinero, evitando muchas complicaciones posteriores.
2) El diseño arquitectónico y técnico
Además del relevamiento mencionado en el punto anterior, que nos permitirá desarrollar un proyecto lo más ajustado posible a las necesidades del cliente, es fundamental que el proyecto cumpla con los estándares de calidad y seguridad, y que el mismo esté bien estudiado en todos sus aspectos (con especial énfasis en los técnicos y constructivos), para poder incluir en el presupuesto todos los componentes necesarios.
3) El presupuesto
Contar con un proyecto bien estudiado facilita enormemente la tarea del presupuesto.
Por otro lado, para realizar un presupuesto que nos genere ganancias, es necesario disponer de un método, conocimientos, herramientas e información adecuados. En nuestro próximo artículo nos referiremos con más detalle al punto 3, el presupuesto.
4) La gestión y administración de la obra
Dado el nivel de implicación que tienen, en general, nuestros/as clientes/as, es vital seguir brindándoles una atención preferencial durante el transcurso de la obra, de modo a evitar malentendidos y conflictos que pueden socavar nuestra gestión.
Para controlar eficazmente los costos es necesario apegarse al cronograma, efectuar una buena planificación y llevar el registro de los distintos tipos de gastos, entre otras herramientas administrativas de probada eficacia. Al respecto, resaltamos la conocida regla del 80/20, que consiste en prestar especial atención a los rubros con mayor incidencia en el costo, concretamente a los que sumados constituyen el 80 % del mismo.
Por otro lado, no se trata sólo de ahorrar al máximo, sino de lograr la mayor eficiencia en la relación entre costo y calidad, que es lo que en definitiva seguirá atrayendo clientes/as a nuestra empresa.
Entonces, ¿cómo cuidar el dinero durante las cuatro instancias?
La solución consiste básicamente en crear un procedimiento de gestión de los proyectos que contemple las cuatro instancias. No tiene que ser necesariamente un método complejo, pero sí que nos ayude a tener en cuenta los puntos importantes de cada instancia. Existen varias herramientas que pueden ayudar a visibilizar el flujo del trabajo de forma eficiente, algunas gratuitas, y otras especializadas. Lo importante es poder llevar registro de los datos clave que nos permitan corregir desviaciones y tomar decisiones en los momentos apropiados.
En conclusión
Es común observar un apuro por sortear las instancias anteriores a la obra, lo cual es totalmente comprensible dadas las circunstancias del mercado de la construcción. Está muy difundida la creencia de que, si se logra superar rápidamente las tres primeras instancias y conseguir el trabajo, cualquier error o problema se podrá corregir o solucionar en el transcurso de la obra. La experiencia demuestra que la realidad es lo opuesto: cualquier problema incipiente que se podía haber solucionado de manera relativamente sencilla antes, empeora con la obra en marcha.
Esta actitud puede comprometer seriamente la generación de ganancias, dificultando, tanto la satisfacción de las necesidades materiales, como de otras tan importantes como la felicidad por el trabajo realizado, así como la seguridad, solvencia y libertad económicas que son también sus consecuencias. Con este blog iniciamos una serie con la que buscamos dar mayor información y herramientas para calcular costos de construcción. Si te gustó este artículo, ayudanos a que llegue a más personas. También podés suscribirte para recibir información sobre temas similares. Si tenés alguna consulta, no dudes en comunicarte con nosotros.